UN NUEVO COMIENZO

por **Dr. Zeus** Sáb 15 Feb 2014 - 9:00

Y finalmente, el Caos llegó.

Hacia milenos que este momento había sido predestinado. En el Oráculo de Dodona se predijo su llegada, pero fue Apolo en el Oráculo de Delfos quien dio una visión más macabra: el fin de la existencia tal cual era conocida, con ínfimas o nulas posibilidades de subsistencia de cualquier ser, desde humanos hasta Dioses.

Ante estas circunstancias, Zeus se había alejado del mundo para buscar al Caos y detenerlo antes de que llegara. Sin embargo, esto no fue posible. No sólo tardó demasiado tiempo en encontrarlo, sino que fue imposible, incluso para el Dios de Dioses, siquiera poder atinar a detener su avance. Los rayos de luz y hasta el mismísimo cosmos del dios eran absorbidos por el Caos, tal como si se tratara de un Agujero Negro, donde sólo hay entrada, mas no salida.

Así, impedido de detener el avance del destino, Zeus volvió a la Tierra antes que Caos. Sin embargo, nadie pensaba en perder sin luchar. ¿Será que, por esas cosas del destino y por una vez en la eternidad, todos se unieran para defender la Tierra?.

La reunión en el Olimpo fue inminente.
Zeus prometió que todos sus Ángeles, Arcángeles, Querubines, Serafines, Héroes, Dioses, Semidioses y demás divinidades formarían la primera barrera.
Hades, todos sus Espectros, Sapuris y Dioses y Semidioses, junto con los Titanes (los que fueron liberados) formarían la segunda barrera.
Poseidón, sus Marinos y Generales, junto con Odín, y todos sus Zafiros, y Dioses y Semidioses a cargo, formarían la tercera barrera.
Finalmente, Athena, sus Santos de Oro, Plata y Bronce, formarían la última barrera.

Todo fue planeado y acordado, y nadie faltó a su palabra. Tal era la lealtad, como la inminencia del fin de la existencia, que no hubo ningún conflicto siquiera entre los peores enemigos, aliados por las circunstancias. Las primeras barreras se alistaron sobre lo alto del planeta, esperando el impacto.

Sin embargo, de nada sirvió.
Caos se hizo presente finalmente, y delante de Zeus y la primera barrera, rió. Ninguna palabra salió de su boca más que la risa más macabra y tenebrosa que en la eternidad se haya escuchado.

De un sólo ataque derribó de un sólo ataque a la primera y segunda barrera, y se abalanzó sobre el planeta. Ya no había esperanza. La tercer y cuarta barrera fueron destruidas con facilidad, y Caos pisó la Tierra.

Allí, posó su mano sobre la superficie, y comenzó a esparcirse una oscuridad absoluta, que dentro de poco terminaría devorando a la Tierra. Y sin temer por su vida, Athena se acercó a Caos.

Athena: ¡Dioses del Olimpo! Sé que todavía no han sido vencidos. Vengan aquí ahora.

Y entre ella y Caos todos los dioses aparecieron.

Athena: Ya sabíamos que esto ocurriría, y ya todos sabemos por qué los he llamado aquí. Es hora de reiniciar al mundo y salvarlo. Es hora de realizar la Técnica Prohibida por Gea. Es hora de la Exclamación Divina.

Athena posó su báculo al frente, y detrás de ella se alineó el bien y el mal. Elevando sus divinos cosmos inconmensurablemente los Dioses unieron todo su poder en el Divino Báculo. Y guiados por la Victoria, todo cambió.

¡DIVINE EXCLAMATION!

¿Acaso fue el poder del Big Bang? Sería difícil definirlo de esa manera. No destruyó, sino que reconstruyó. No expulsó, sino que provocó la retirada. No mató, sino que volvió a nacer.

Y así fue como todo volvió a comenzar, el ciclo inacabable tuvo un reinicio. Ya nadie es quien una vez fue.